lunes, 27 de abril de 2015

No me pregunte como estuvo mi día.

Yo quiero que me quiera, pero que lo haga a lo lejos. Que me quiera dejando espacio.
Después de volar durante el día, me gustaría aterrizar en sus alrededores.
No quiero que añore hasta mi ultimo secreto, ya que nunca voy a decírselo (y no me insulte averiguando cual es)
Quererlo cuando esta solo y ocupado.
Y cuando nos encontremos solo quiero que me abrace, no me pregunte como estuvo mi día.

Yo quiero que usted sepa de mi solo hasta donde yo lo dejo saber y no quiero saberlo todo de usted, prefiero si me dan a elegir saber solo lo mínimo, así puedo descubrirlo todos los días.
Quisiera quererlo, pero como se lo hace a un desconocido.
Yo quiero quererlo, pero no idealizarlo.
Y si lo idealizo quiero estar errada, quiero pensar mal de usted y que usted me demuestre todos los días lo equivocada que estoy.

Yo quiero quererlo pero solo metafóricamente, no quererlo de verdad.
Y si algún día usted quisiera ser querido sería ese, sin dudas, el final de todo el amor que nunca nos empezaríamos a dar.

Yo no quiero quererlo, quiero hacer que lo quiero. 

No quiero tenerlo a mi lado, solo cerca de vez en cuando y no me malinterprete su presencia es un halago pero nunca me gustaron las adulaciones.
Y si algún día  yo quisiera ser querida se lo haré saber, pero usted ya sabe; yo solo quiero ser querida pero a mi manera, desde lejos, sin sofocos y por sobre todo sin adjetivos de tiempo. 

Sin promesas que puedan ser llevadas a cabo en su totalidad puesto que si esto pasara,  y usted cumpliera con todo lo que promete, su promesa de no quererme sería para siempre.
Y si prometiera quererme por el resto de los días, debo comunicarle a usted caballero, que no hay cosa que desee menos que asegurarme de su cariño.


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